martes, 17 de diciembre de 2013

Independencia

Hoy quiero hacer una crítica. Una crítica, aunque sea muy leve, al sector femenino. Y digo leve porque, más que una crítica podría ser una sugerencia, un apunte, una recomendación o como lo queráis considerar.
Quién me conoce mínimamente, sabe que soy una férrea defensora de las mías, y pienso seguir siéndolo hasta que algún día, espero, no sea necesario defender a las mujeres como colectivo, sino en todo caso, a las personas en general.
Y esta crítica la hago, no porque me considere estandarte o ejemplo de absolutamente nadie, sino porque la vida me está enseñando que casi todo el mundo pasa por las mismas o similares circunstancias en algún momento de la vida, y si podemos ayudarnos...¿por qué no hacerlo?

Hoy quiero pegar un "tirón de orejas" a aquellas féminas que, a mi entender, se están equivocando de pleno en adoptar una postura que no las lleva sino a ser personas débiles y dependientes, o lo que es peor, las hace pensar que lo son.
Estoy hablando de ese prototipo de mujer que tiende a ver al hombre como el ser encargado de resolver y suplir todos sus problemas y necesidades.

Si bien es cierto que, cada vez es menor el porcentaje de mujeres que ven la vida con esta perspectiva, sí quedan muchas aún que piensan y sienten de esta manera. Bien porque sean de generaciones anteriores, bien por ser hijas de las anteriores, que así las han educado.

Quiero dejar claro que con esto no quiero quitarle importancia a la figura del hombre. No quiero parecer feminista pues no lo soy, pero si veo necesaria hacer esta reflexión, y considero muy importante que las mujeres aprendamos a afrontar esas circunstancias "tensas" que preferimos, por defecto, "delegar" en el hombre (ya sean nuestros padres, maridos, novios, hermanos o amigos), y que de manera inconsciente hace que les sumemos un valor añadido que realmente no tienen. O que si tienen, pero que nosotras también podemos tenerlo si quisiéramos.
Esas situaciones tales como, ser el que conduce el coche cuando hacemos un viaje de muchas horas por carreteras que no conocemos, y preferir ir como copiloto, para dar  la botellita de agua o las gafas de sol al conductor cuando éste lo necesite...
Este es un ejemplo muy simple y muy tonto pero, la que quiera ser realista sabe que también es muy común.
Sería bastante positivo para nosotras que dejemos de "achicarnos" ante estas cuestiones. Sabemos conducir y sabemos preguntar si nos perdemos. Podemos colgar cuadros y montar muebles de Ikea. Y lo más importante: podemos estar SOLAS, o mejor dicho, podemos ser independientes, porque a menudo solemos confundir independencia con soledad, y señoras, no es lo mismo. No hay porqué salir de una relación y meterse en otra. A veces es magnífico permanecer un tiempo "single", como se dice ahora, que suena menos penoso que soltera ¿verdad? Tss...otra mongolería del siglo XXI.

La vida son etapas, y cada etapa tiene su parte positiva, e igual que en ellos criticamos que les falten cojones para dejar a una antes de liarse con la siguiente, mirémonos a nosotras que también pecamos mucho de asegurarnos al siguiente antes de dejar al anterior, y no se qué tipo de cobardía me da más coraje.
Que no se está solo por no tener pareja. Que está la familia, los amigos, los "amigos" para el/la que los quiera tener, el trabajo, el deporte, la música, las mascotas, y un largo etcétera de cosas que llenan nuestra vida y la enriquecen. Y que la pareja no se busca, sino se encuentra, y en cualquier caso, no puede suponer la totalidad de tu vida, porque desgraciadamente el amor para toda la vida es complicado de encontrar. Por lo que mi honesto y humilde consejo, que ya no es crítica, es que tratéis de ser independientes, pues cuando nos llegue la persona que sea para nosotros...no tendremos NADA (y a la vez TODO) qué hacer.